Barcelona ha dado un paso adelante en la construcción de vivienda pública al completar, en apenas 10 días, un edificio de 40 pisos gracias al uso de módulos prefabricados. La nueva promoción, situada en la avenida Carrilet 22-24 (barrio de la Bordeta), está destinada principalmente a jóvenes y familias monoparentales. Los equipamientos municipales y los espacios comunitarios ocuparán tanto el sótano como las primeras plantas.
La clave del éxito ha sido la instalación de 48 módulos tridimensionales completamente equipados desde fábrica, lo que permite agilizar enormemente los plazos de ejecución. Una vez finalizado el montaje estructural de las plantas superiores, se procederá a la conexión de suministros y la realización de acabados exteriores, terrazas y cubiertas. El plazo global de construcción se sitúa en torno a un año y medio, un periodo sensiblemente inferior al habitual en obras de este volumen con métodos convencionales.
El teniente de alcaldía Jordi Valls ha puesto en valor la apuesta del Ayuntamiento y el Instituto Municipal de la Vivienda por la innovación, posicionando a Barcelona como referente en el sector de la construcción industrializada. Para ampliar el parque público, asegura Valls, es imprescindible disponer de suelo, financiación, colaboración público-privada y una clara apuesta por la productividad y la innovación.
Los pisos se distribuyen entre la segunda y la novena planta, mientras que las plantas inferiores albergarán espacios comunitarios y equipamientos municipales. En cada planta habrá cinco viviendas; los residentes dispondrán de servicios comunes como comedor-cocina, lavandería, salas polivalentes y terraza comunitaria. La inversión supera los 6,7 millones de euros y la finalización de las obras está prevista para finales de 2026.
La fabricación de los módulos en paralelo a los trabajos de obra permite optimizar procesos y reducir tiempos. Los módulos llegan equipados con baño, cocina, ventanas e instalaciones, lo que facilita un montaje rápido y disminuye los riesgos laborales, la generación de residuos y la dependencia de las condiciones meteorológicas.
Con este modelo, Barcelona contará con 421 viviendas públicas construidas mediante sistemas industrializados, repartidas en nueve promociones. Actualmente, 207 ya están entregadas, 54 corresponden a alojamientos temporales APROP, 51 se entregarán próximamente y 109 están en distintas fases de ejecución. Esta metodología, consolidada en el norte de Europa, se perfila como una solución eficiente, segura y sostenible para el crecimiento del parque de vivienda protegida en la ciudad.