La Costa del Garraf es especial, la gran desconocida; muy cercana a Barcelona, serpenteante y llena de sorpresas.
Los mismos habitantes de Catalunya desconocen muchos de sus secretos, y no son pocos, pues esta tierra atesora colores sacados de cualquier postal idílica, una gastronomía... Leer más...
La Costa del Garraf es especial, la gran desconocida; muy cercana a Barcelona, serpenteante y llena de sorpresas.
Los mismos habitantes de Catalunya desconocen muchos de sus secretos, y no son pocos, pues esta tierra atesora colores sacados de cualquier postal idílica, una gastronomía riquísima y basada en el mar, una historia repleta de cambios y mezclas culturales que la han enriquecido, así como de tesoros naturales que piden ser descubiertos por visitantes y habitantes.
Es curioso ver como una tierra tan dura y árida ha conseguido desarrollar esta riqueza a tantos niveles, y es que el carácter de las personas, dicen, viene marcado por las condiciones naturales que se ofrecen.
La Costa del Garraf esconde pueblecitos como Sitges, con una riqueza cultural y gastronómica fuera de lo común por su tamaño, pero que la hace especialmente atractiva para visitantes de la capital, y del extranjero.
Otra de las principales particularidades de esta costa que une la Costa de Barcelona con la Costa Daurada es el hecho de ser una tierra de vinos; una delicia para los amantes de esta bebida que combina la cercanía del mar con los sabores más intensos del país; sin duda, una experiencia única al alcance de todos aquellos que se atreven a conocerla.