Cuando alguien busca la palabra idílico en el diccionario, debería aparecer asociada a la Costa Brava, una extensión de costa serpenteante, llena de vida y de unos paisajes rabiosamente coloridos.
Esta costa ha sido capaz de inspirar a personajes como Salvador Dalí o campañas publicitarias... Leer más...
Cuando alguien busca la palabra idílico en el diccionario, debería aparecer asociada a la Costa Brava, una extensión de costa serpenteante, llena de vida y de unos paisajes rabiosamente coloridos.
Esta costa ha sido capaz de inspirar a personajes como Salvador Dalí o campañas publicitarias como las de Estrella Damm, consta de multitud de calitas de arena fina y aguas turquesas, con rocas que se adentran en el mismo mar, y bosques de pino que parece danzar al ritmo del viento que sopla en estas tierras; la conocida tramontana, sin lugar a dudas, una de las zonas del mediterráneo con una personalidad más marcada.
La oferta de ocio de la Costa Brava no se limita a pequeñas calitas románticas, también dispone de playas con Bandera azul, un distintivo que reconoce la calidad de las playas en todos los niveles; servicios, accesos, seguridad, etc. Ideal para familias y personas con una movilidad más reducida, pero no sin ganas de vivir la sensación de estar dentro de una postal.
Sin lugar a dudas, es una tierra para perderse, olvidarse del tiempo y descubrir. Pequeños pueblos pesqueros, museos, caminos y rutas forestales en parques naturales, restaurantes de pescado y marisco recién pescado, etc. Una experiencia única e inolvidable.