Este jueves ha sido un día importante en el Parlamento de Cataluña. En un momento de gran crisis de vivienda, el Parlament ha aprobado una nueva ley para regular el alquiler de temporada y el alquiler de habitaciones. Estas formas de alquiler se han extendido mucho en las grandes ciudades y han provocado subidas de precios, ya que muchos propietarios las usaban para evitar el límite de precios de la ley estatal de vivienda.

Con esta decisión, Cataluña vuelve a ser pionera en la regulación de la vivienda. La nueva norma ha sido impulsada por entidades sociales y asociaciones que defienden el derecho a la vivienda. La ley se llama Ley de medidas en materia de vivienda y urbanismo y modifica varias normas catalanas sobre urbanismo y vivienda.

La ley ha sido aprobada tras una larga votación con muchas enmiendas. Ha contado con el apoyo del PSC, ERC, Comunes y la CUP. El partido Junts ha apoyado gran parte de la ley, pero no la regulación del alquiler de temporada. Por su parte, el PP ha anunciado que presentará un recurso ante el Tribunal Constitucional, ya que considera que Cataluña no tiene competencias en esta materia y que la ley supone una “expropiación encubierta de la propiedad privada”. Vox y Aliança Catalana han votado en contra.

La nueva regulación establece que los alquileres de temporada y de habitaciones deberán respetar el límite de precios marcado por el índice oficial. Además, la ley amplía la protección de las viviendas de protección oficial (VPO) en municipios con mercado de vivienda tensionado. Esta medida busca evitar que muchos pisos protegidos pierdan su condición social. Solo en Barcelona, unas 40.000 viviendas podrían dejar de ser VPO antes de 2030 si no se aplicaran estas medidas.

Por último, la ley permite a los ayuntamientos decidir en sus normas urbanísticas que el uso residencial sea prioritario en su parque de viviendas, con el objetivo de garantizar más vivienda para vivir y no solo para invertir.