La situación económica actual saca el ingenio de la sociedad, que se organiza para vivir.

El paro juvenil

La crisis económica ha traído muchos males a España, y uno de ellos es el desempleo; el nivel alcanzado en los años más duros ha sido totalmente exagerado, y aún sigue a unos niveles que están muy por encima de lo que una sociedad del bienestar requiere. No obstante, hay un factor que es mucho más preocupante que los demás: el paro juvenil. El cincuenta por ciento de los menores de treinta años que ha querido trabajar durante estos años, no ha podido hacerlo, lo que significa que uno de cada dos jóvenes no ha podido conseguir un salario.

Cambio de tendencia social

Este escenario ha hecho mutar a la sociedad, que se ha visto obligada a adaptarse a la nueva realidad. Los problemas y oportunidades que genera la globalización han dejado al descubierto la incapacidad de los estados para gestionar la situación económica. Y de esta incapacidad ha nacido en España, y de la mano del Partido Popular, actualmente en el gobierno del país, y la Unión Europea, una reforma laboral que ha rebajado las oportunidades de conseguir trabajo estable a largo plazo a casi cero. Así pues, el trabajo precario, temporal y a corto plazo es la tónica general del mercado.

Modernidad líquida

Zygmunt Bauman, un sociólogo polaco reconocido internacionalmente, describía esta nueva realidad social el año 2000 en su libro Liquid Modernity, un término que juega con la necesidad de adaptarse constantemente, cambiar de forma, reorganizarse y ser flexibles para poder sobrevivir.

Las generaciones que han crecido en esta modernidad líquida se han visto obligados a tomar las riendas de su futuro, con un riesgo mucho mayor que sus padres; irse a vivir a otro país para estudiar o trabajar, dejando atrás familia y amigos, registrarse como autónomos o crear negocios propios, una novedad en España, que si bien en otras zonas del mundo como en los Estados Unidos de América  es muy común, aquí no es habitual, entre otros motivos por las grandes trabas administrativas a favor de las grandes compañías.

Nuevas formas de organización

Dos  formas de organización interesantes son el coworking y el coliving.

El coworking se es el más conocido y se basa en compartir espacios de trabajo con personas del mismo sector, o con interese parecidos, y una forma de trabajar parecida, para economizar espacios y facturas, buscar sinergias, y trabajar en un entorno más agradable.

El coliving es una nueva forma de vida que consiste en compartir espacio vital con otras personas, es un modelo que se está extendiendo entre la gente joven y liberal, más abierta a este tipo de experiencias, y con una trayectoria más amplia en compartir vida con experiencias como el Erasmus, las prácticas internacionales, o simplemente el compartir una vivienda.

Los jóvenes de la modernidad líquida no quieren hipotecarse por inmuebles o coches y prefieren pagar por experiencias y bienes a corto plazo    que si alineen más con sus sueños, y esta es una forma de vida que les permite perseguir aquello que buscan, compartiendo el camino con gente que tiene su mismo estilo de vida, pasiones en común, organización similar, etc. Cosa que les permite tener una experiencia vital óptima, sin tener tanto espacio para ellos mismos.

Juli Alsinet Hernando || Barcelona