El control del alquiler en Cataluña está dejando huella: cada vez se firman menos contratos y los precios siguen subiendo.

La Generalitat acaba de publicar las cifras del mercado de alquiler del segundo trimestre del año y la tendencia salta a la vista. Hay menos contratos nuevos, y alquilar, lejos de volverse más barato, cuesta todavía más. Cataluña, que ya lidera la lista de zonas tensionadas en el país, ve cómo el mercado se enfría para los inquilinos.

El Servicio de Estudios y Documentación de Vivienda de la Generalitat, usando los datos de fianzas depositadas en el Incasòl, cuenta 26.416 nuevos contratos de alquiler entre abril y junio. Eso es casi un 10% menos que el año pasado y un 13% menos que en los últimos tres meses de 2023, justo antes de que entrara en vigor el tope a los alquileres en 140 municipios catalanes, allá por marzo de 2024.

No se veía un trimestre tan flojo desde principios de 2010, salvo la primavera de 2020, cuando la pandemia paralizó todo. La bajada afecta de lleno a las 15 ciudades más grandes de Cataluña: han sumado 14.096 contratos, frente a los 15.320 de hace un año y los 16.287 de finales de 2023.

Barcelona, por ejemplo, solo ha visto 7.411 contratos nuevos. Es el dato más bajo desde 2009, si exceptuamos el segundo trimestre de la pandemia. En su caso, la caída anual es del 6,6%, menos brusca que la media catalana.

Otras ciudades como Cornellà de Llobregat, L'Hospitalet, Santa Coloma o Sant Cugat han visto cómo los nuevos contratos se desploman entre un 15% y un 25% en el último año, cifras mucho más duras que en sitios como Sabadell, Tarragona, Terrassa o Badalona, donde la bajada ronda el 5-8%. Solo Mataró y Lleida, entre las grandes, han visto crecer los contratos en el último año, aunque incluso ahí el ritmo se ha frenado esta primavera.

Y mientras los contratos caen, los precios hacen justo lo contrario. Los límites al alquiler no están frenando el alza, tal y como habían avisado muchos expertos del sector. El alquiler medio en Cataluña llegó a 854,70 euros al mes en el segundo trimestre, sumando tanto zonas tensionadas como municipios más tranquilos. Hace un año, la media era de 822,98 euros. Así que el precio ha subido un 3,8% interanual. Solo en los últimos tres meses, el salto ha sido del 3,2%. Este nivel solo lo supera el récord del primer trimestre de este año.

Si miramos solo las zonas tensionadas, el alquiler medio se sitúa en 871,20 euros, un poco más que los 865,58 euros de marzo, cuando se declaró la tensión en los primeros municipios. No hay datos para comparar con el año pasado porque los topes empezaron en octubre, pero el último trimestre muestra la tendencia: entre enero y marzo, el promedio era de 845,23 euros. En tres meses, el alquiler ha subido casi 26 euros al mes, un 3% más.

Esta tendencia de precios al alza se repite en las 15 ciudades grandes. La mayoría ha visto subir la renta media mensual en el último año, salvo Santa Coloma de Gramenet, que baja un 1,26%, y Sant Cugat del Vallès, con una caída del 6,5%. En cambio, Cornellà, Terrassa, Badalona y Mataró destacan con subidas de más del 10%. Sabadell y Lleida se quedan en torno al 1,2%, y Barcelona, aunque apenas sube (un 0,33%), sigue liderando con una renta media de 1.135,55 euros en el segundo trimestre, la más alta desde principios de año y la cuarta más alta de toda la serie histórica. Y ojo, porque detrás de esa subida tan tímida en Barcelona hay factores ocultos que ayudan a entender el porqué.

Vivir en Barcelona se ha puesto complicado: los pisos no solo cuestan más, también son cada vez más pequeños. Las cifras oficiales no dejan lugar a dudas. El precio por metro cuadrado sigue subiendo, mientras los pisos en alquiler se encogen.

Si miras los números, el precio del metro cuadrado no para de crecer, trimestre tras trimestre. El último informe del Servicio de Estudios y Documentación de Vivienda de la Generalitat de Catalunya lo dice claro: esta primavera, el alquiler medio de los contratos nuevos llegó a 16,56 euros por metro cuadrado. Eso es un 3,6% más que en el segundo trimestre de 2024. No solo es la cifra más alta de este año, también es la cuarta más alta de toda la serie histórica.

Mientras tanto, la superficie mediana de los pisos en alquiler sigue cayendo. Por eso, aunque el precio por metro cuadrado sube sin freno, la renta mensual media crece más despacio. Ahora mismo, la superficie mediana ronda los 71 metros cuadrados en Barcelona, el nivel más bajo desde 2017.