Según el Barómetro Inmobiliario elaborado por UCI y SIRA, el mercado de vivienda en España enfrentará tendencias contradictorias en 2025. Por un lado, se prevé un aumento del 4,61% en el número de transacciones de compraventa interanual, alcanzando 750.000 operaciones a nivel nacional. Por otro, persistirá la presión sobre los precios: el crecimiento promedio del costo de la vivienda será del 10%, mientras que las tarifas de alquiler aumentarán un 8,6%. Estos procesos serán desiguales por regiones: los líderes serán Murcia (+15%), Valencia (+12,4%), así como Galicia, Andalucía y Cataluña (10% cada una).  

En Cataluña, especialmente en Barcelona, los precios de compra subirán un 10,06%, y los alquileres un 4,57%. Como explicó el director de SIRA, Francis Fernández, los impulsores clave son:  


Barcelona, manteniendo su estatus de destino prestigioso, enfrenta desafíos únicos. La alta demanda de vivienda contrasta con un crecimiento casi nulo en nuevas construcciones. Esto crea un círculo vicioso: la oferta limitada intensifica la presión sobre los precios, mientras las complejidades administrativas bloquean los intentos de aumentar el volumen de viviendas.  

Crisis del mercado de alquiler: causas y consecuencias  
Se espera una reducción del 7,3% en las transacciones de alquiler en España y del 9% en Cataluña. Los factores principales son:  
1. Transición masiva de propietarios del alquiler a largo plazo al turístico, más rentable bajo regulaciones de precios.  
2. Riesgos legales. La ley que limita los aumentos de renta en «zonas tensionadas» obliga a los dueños a retirar propiedades del mercado.  
3. Reducción del parque disponible. Expertos estiman que hasta el 20% de las viviendas en Cataluña se han reconvertido para Airbnb.  

A pesar de la caída en transacciones, los precios del alquiler seguirán subiendo por el desequilibrio: la demanda de vivienda asequible en grandes ciudades supera la oferta en 3-4 veces.  

Estrategias para resolver el problema de la vivienda accesible  
El principal reto del sector es garantizar vivienda social y asequible en zonas de alta demanda. Entre las medidas propuestas:  
- Proyectos de colaboración público-privada (CPP). Programas conjuntos entre el Estado y promotores para construir viviendas económicas con financiación preferencial.  
- Revisión de normas urbanísticas. Simplificar trámites para asignar suelo a vivienda social y reducir plazos de permisos.  
- Incentivos para renovación. Beneficios fiscales para inversores que rehabiliten edificios con cuota obligatoria del 30% para vivienda social.  
- Apoyo a primeros compradores. Hipotecas subsidiadas y avales estatales para familias jóvenes.  

El mercado inmobiliario español en 2025 seguirá siendo un campo de contradicciones: aumento de transacciones junto al crecimiento de precios, intentos de regular el alquiler y agravamiento de la accesibilidad. El éxito para superar la crisis dependerá de acciones coordinadas entre autoridades, empresas y sociedad para aumentar la oferta y equilibrar los intereses de todos los actores del mercado.