El ligero repunte en la construcción dentro del estado español ha traído también un cambio de tendencia, si bien hasta ahora se compraban las viviendas una vez construidas, cada vez son más las familias que deciden comprar sobre plano. 

Es cierto que adquirir una vivienda tiene ventajas, pero hay que informarse bien antes de llevar a cabo la firma definitiva; los básicos son informarse sobre la trayectoria y la empresa promotora, comprobar las licencias o comprobar en el registro la propiedad de los terrenos donde va a llevarse a cabo la obra.

Comprar una vivienda sobre plano suele ser una buena oportunidad de adquirir una vivienda, pero no hay que olvidar los peligros que esconde, por lo que son varias las precauciones que tendremos que tener, para poder finalizar todo el proceso de una forma satisfactoria. Las fases iniciales de estos procesos de construcción suponen, de forma habitual, un ahorro sensible para las familias e inversores, pues suponen un ahorro medio que fluctúa alrededor del 4% sobre la ventas de las construcciones ya finalizadas, según comentan distintos promotores.  

No es la única ventaja de comprar sobre plano. A este descuento sustancial, podemos añadir una forma de pago más ventajosa para el comprador, pues se suele pagar un 20% del precio total de la vivienda en cuotas durante la construcción de los inmuebles, para después pedir una hipoteca del 80% restante, el tope máximo que las entidades bancarias suelen financiar. A esto hay que añadir la posibilidad que cada vez ofrecen más promotores de personalizar en diferentes áreas, cómo cierta distribución, o la elección de materiales más o menos lujosos en la construcción; parqué, baldosas, etc.

Una vez analizadas las ventajas de la compra sobre plano, veamos cuáles pueden ser los inconvenientes y como controlarlos.

Para empezar, hay que tener en cuenta que la compra de un inmueble suele ser la inversión económica más elevada que tanto familias como inversores van a realizar en sus vidas, y paradójicamente, en la compra sobre plano, se realiza la rúbrica de la compra sin antes ver el producto real acabado. Este aspecto es de por sí un factor de riesgo, por lo que hay que tomar ciertas consideraciones. 

Delante de este aumento de las ventas sobre plano, agentes inmobiliarios e promotores se han puesto de acuerdo para editar guías de buenas prácticas con una serie de recomendaciones para todas aquellas personas que quieren adquirir una vivienda o piso.

El primer punto a tener en cuenta es todo lo relacionado con el promotor; quién es, qué trayectoria tiene, etc. Una vez hechas estas investigaciones, hay que revisar en el Registro de la Propiedad y en el Ayuntamiento correspondiente que la empresa cuenta con los permisos necesarios, la licencia de obras, así como la propiedad de los terrenos objeto de la construcción. Llegados al punto de hacer frente al contrato que nos compromete, hay que leerlo con detenimiento, así como consultar con un abogado experto en la materia para comprobar que no existen cláusulas dudosas que nos puedan resultar en una ruina.

Es un deber para todo buen comprador, la exigencia de toda la información del proyecto, fechas de las fases de las obras, fecha de entrega, forma de pago, precio final o los planos definitivos, entre otros, y la empresa encargada de la promoción debe facilitar esta información sin problemas.

Ya para acabar, hay que exigir los comprobantes de las cantidades que se han entregado, para cerciorarse que este dinero solo puede emplearse en la ejecución del proyecto, y que en caso de que no se lleve a cabo, la empresa tengo un aval o seguro bancario que asegure la total devolución de los importes ya ingresados.

J. A. Hernando