Esta es una consulta bastante habitual, y la respuesta es afirmativa: sí, legalmente es posible vender una vivienda sin luz ni agua. No obstante, el procedimiento puede variar en función de la comunidad autónoma y de si el inmueble requiere reformas para poder dar de alta los suministros.
Desde una perspectiva legal, la venta es viable, aunque existen matices importantes. Si las instalaciones de luz y agua se encuentran en buen estado y simplemente se han dado de baja los suministros, el proceso es sencillo. El nuevo propietario podrá realizar el cambio de titularidad y reactivar los contratos sin inconvenientes.
Por el contrario, si el inmueble carece de instalaciones básicas o éstas no cumplen la normativa vigente, surgen obligaciones adicionales; en este caso, la vivienda no reúne las condiciones mínimas de habitabilidad y se considera una venta sin cédula de habitabilidad. Será necesario reflejar esta circunstancia en la escritura pública ante notario, dejando constancia de que ambas partes conocen y aceptan la situación, y que el comprador asume el compromiso de rehabilitar el inmueble.
Respecto a la gestión de suministros, no es obligatorio darlos de baja para proceder con la venta. De hecho, la opción más práctica es dejar que el comprador realice el cambio de titularidad.
Aspectos legales y documentación
Es fundamental tener claros los requisitos legales y la documentación necesaria. Además de la escritura de propiedad y la nota simple, serán necesarios el certificado energético, el certificado de deudas con la comunidad (en caso de existir), estatutos y actas de la comunidad, el libro del edificio y los últimos recibos del IBI. Si la vivienda no dispone de cédula de habitabilidad, debe hacerse constar expresamente en la compraventa.
Deudas pendientes de suministros
Las deudas de luz y agua son personales, no recaen sobre el inmueble ni sobre el nuevo propietario. Sin embargo, pueden surgir dificultades al tramitar el alta de suministros si existen impagos asociados a la vivienda. Por ello, es recomendable exigir justificantes de pago al vendedor antes de formalizar la operación. En caso de que existan deudas, deberían descontarse del precio de compraventa.
Impacto en el precio del inmueble
Si las instalaciones permiten reactivar los suministros de forma inmediata, la falta temporal de luz y agua no suele afectar al valor de la vivienda. La situación cambia si es necesario realizar reformas estructurales para habilitarlas, lo cual sí impactará negativamente en el precio, dado el coste de las obras y la obtención de la cédula de habitabilidad.
En resumen: la venta de una vivienda sin luz ni agua es posible, pero implica ciertos requisitos legales y puede influir en el precio final. Es fundamental contar con el asesoramiento adecuado y documentar todo el proceso para garantizar una transacción segura para ambas partes.